ERNESTO CAROZZO ARREGUI















Lo privado hecho público
Registrar mi cotidianidad fue una constante en mi vida desde que me introduje a la fotografía.
Tener un cuerpo de trabajo que sea lo suficientemente fuerte para hacerlo publico siempre fue el tema.
Durante el encierro obligatorio vivido en Lima durante la pandemia, mi actividad fotográfica fue fluida, registrando todo aquello que ocurría en la privacidad de mi hogar.
El registro se hizo con mi celular, mi cámara profesional o mi cámara poket; alimentando así el dinamismo que la cultura del still life lleva consigo.
Durante este periodo mi casa se convirtió en en un espacio en blanco para mis hijos, los cuales escribían, dibujaban y manchaban las paredes con los colores posibles que tenían.
Esto me acerco a pensar en su estética, la estética lograda en casa, en mis paredes. Lo que me empujo a realizar una pequeña edición de imágenes fotográficas logradas durante esta época con la intención de imprimirlas en papeles finos de algodón para así una vez materializadas en soporte comenzar a intervenirlas con esta estética de la mancha que mis hijos habían logrado crear.
Estas imágenes que vemos son el escaneo de las imagenes impresas e intervenidas con pinturas acrílicas.
Una pequeña edición de lo que fue nuestro encierro obligatorio durante los primeros tres meses de la pandemia del coronavirus.
Esta serie se presento de manera virtual a través del Centro Cultural de la Católica del Peru con un conversatorio sobre la obra, mi obra, cuyos invitados fueron Roberto Huarcaya ( Director del Centro de la Imagen de Lima ) y Stefano Klima ( Director de la Colección Mulder ).